Te perdono,
como la
rosa perdona
al invierno moribundo,
cuando sabes que nadie
por ti levantará la cabeza
y tendrás que plantar
tus pies
en los arrozales despoblados.
Lloro por ti,
por ese dolor que llega
sin lágrimas (tan inmenso parece);
aunque los vientos fúnebres
enmascaren mi voz,
yo rezo por tu redención.
Te busco,
pero en el fondo de mi alma
no quiero hallarte,
tantas cicatrices de pena
sembraste en mi interior.
Sé que olvidaste
la belleza del cielo
que te cobija,
que con el sol
toda amistad rompiste,
que quieres estar solo
para ahogar tu culpa.
Aunque ya no me oigas,
amigo,
yo te perdono…
como el mar
perdona al viento.
Ciudad
Real, martes 27 de septiembre de 2016
Por
Julián Esteban Maestre Zapata (el jardinero de las nubes)
3 comentarios:
"Como el mar perdona al viento"... Has cerrado con broche de oro este hermoso poema. Besos desde Cuba
Un abrazo muy grande acompañado de mi gratitud, Martha.
Volver cada vez a leerte es un bálsamo para el alma. Hermoso poema.
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