Acerca de lo que debió de pensar Miguel de Unamuno al componer su maravilloso libro "San Manuel Bueno, mártir".
Esos ojos de vigilia,
esos pensamientos atormentados
imaginaron una aldea
en las entrañas del lago de Sanabria.
Caía la nieve cuando acudió
al muro de la iglesia derruida
para ver cómo la vida
acababa al descender un copo
solitario sobre la ennegrecida
superficie de las aguas.
Un
libro escribiré,
que
no sea muy extenso,
intentando
plantear este misterio.
Era una tarde de invierno,
y el refugio de la hoguera
no quedaba cercano.
Valverde
de Lucerna,
te
rescataré del fondo del lago.
Tu
campanario sumergido
será
paliativo a la desdicha
del
que ya no cree en el Bien Eterno.
En
mi libro actuará de personaje
uno
como el mayor de los ascetas,
y
en la intimidad afrontará
el
dolor de no poder participar
de
la felicidad que él reparte.
Esos ojos escondidos
tras los vidrios polvorientos,
la nieve desapareciendo en el lago,
el refugio del fuego tan lejano,
la nube que en el seno
del frío pierde su blancura.
Sí,
en mi libro daré réplica a todo eso.
En
punta de mañana, vendrá
mi
personaje junto a estas mismas ruinas,
y
por mucho que sus labios sonrían,
no
podrá borrar el disgusto de su mirada.
Y se sienta, apoyándose en el muro
de la iglesia abandonada,
el hombre que aspirar
a que lo consideraran poeta desearía.
Entre los cendales de nieve
no cantan las garzas, ni los cisnes
ahuecan sus alas.
Y en la alejada noche de San Juan,
tal vez se escuche el repicar
de la campana de la anegada
Valverde de Lucerna.
Ya se levanta el hombre
que imagina escribir un libro,
ha de caminar muchas leguas
hasta el fuego amigo.
Alegre el corazón,
triste la mirada,
así te conocen,
Miguel de Unamuno.
Ciudad
Real, sábado 5 de noviembre de 2016
Por
Julián Esteban Maestre Zapata (el jardinero de las nubes)
2 comentarios:
Al escribir acerca de este hombre extaordinario, le rindes justo homenaje
he leido su biografia y es de admirar. Gracias por trarlo aqui, y asi llegar a saber yo Un poco de El.
Tu poema me ha recordado mis lecturas adolescentes de nuestro gran Unamuno y seguro que habrás leído su Rosario de sonetos líricos, obra que me gustó mucho.
Un abrazo
A. Morena
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