jueves, 8 de enero de 2009

El sueño de Nabucodonosor y el destino de la humanidad


Sólo Dios conoce el futuro (Is 46, 9-10), y puede frustrar los presagios de los magos y adivinos y hacer cumplir la palabra de sus mensajeros (Is 44, 25-26).

Pues bien, les recomiendo que lean el capítulo 2 del libro de Daniel, del cual voy a hacer una síntesis: Nabucodonosor, rey de Babilonia, tuvo un sueño en el segundo año de su reinado. No fue capaz de recordarlo, y por ello convocó a todos los adivinos del reino, conminándoles bajo pena de muerte a que le relataran dicho sueño y le ofreciesen su correspondiente explicación. En el momento de más apuro apareció Daniel y le dijo a Nabucodonosor que había soñado con una enorme estatua que tenía la cabeza de oro; el pecho y los brazos de plata; el vientre y los lomos de bronce; las piernas de hierro y los pies parte de hierro y parte de arcilla. De repente, una piedra se desprendió de un monte próximo y fue a dar contra la estatua, que al momento se redujo a polvo. De la piedra se levantó una montaña que se extendió por toda la tierra.

He aquí la interpretación de Daniel: el oro representaba el reino de Nabucodonosor; después de él vendría otro reino inferior, representado por la plata, luego un tercero de bronce y un cuarto de plata, reinos inferiores. Un último reino sería fuerte y débil a la vez y sus linajes estarían muy dispersos, representados por la mezcla de hierro y arcilla. En último lugar, la piedra que golpea la estatua y se transforma en montaña simboliza el reino de Dios, que será imperecedero.

La historia demuestra que esa profecía se ha venido cumpliendo desde Nabucodonosor a nuestros días. He aquí las cronologías de los diferentes reinos:

ORO: Reino de Babilonia a partir de Nabucodonosor (650 aC).

PLATA: Reino persa fundado por Ciro (539 aC).

BRONCE: Reino griego fundado por Alejandro Magno (331 aC).

HIERRO: Derrota de Egipto y dominio de Octavio Augusto: Imperio romano (31 aC).

HIERRO Y BARRO: Naciones salidas de la división del Imperio Romano (476 dC).

PIEDRA QUE SE TRANSFORMÓ EN MONTE: Piedra: regreso de Cristo; Montaña: reino de Dios que Cristo implantará a su regreso (futuro).

En resumen, lo que Dios anunció por sus profetas acaba cumpliéndose; la misma historia da fe de ello, y para muestra un botón, mejor dicho, una estatua.

Mi gratitud al padre de mi viejo amigo, eminente teólogo, que fue quien realizó este descubrimiento y cuyo nombre no puedo mencionar por motivos de mi propio anonimato. Sé que me comprenderá.

El jardinero de las nubes.

4 comentarios:

Martha Jacqueline Iglesias Herrera dijo...

Muy interesante e instructiva esta entrada. Gracias por compartirla.

Feliz día.
Bye bye

lanochedemedianoche dijo...

Qué bien haces al traer a tu blog pasajes de la biblia, ya conocía la historia soy asidua lectora de la biblia, me gusto mucho espero que continúes, y además me expliques como leer todo lo que tu tienes en el blog.

Besos

Anónimo dijo...

Que maravilloso relato y a la vez bonita musica.

judith dijo...

diantres, con ese texto impresionas a cualquiera. No soy muy religiosa pero me parece muy instructivo tu relato. Es una manera creativa de ilustrar los pasajes de la biblia. Como siempre, es un placer leerte.