He aquí la noticia del fallo del jurado:
LUEGO DE UN EXHAUSTIVO ANÁLISIS DEL JURADO DADO EL BUEN NIVEL DE LAS OBRAS PRESENTADAS SE HA LLEGADO AL SIGUIENTE RESULTADO :
PROSA POÉTICA
1er Lugar JULIÁN ESTEBAN MAESTRE ZAPATA
2do. Lugar MARY FLOR RODRÍGUEZ BRAZARTE
3er Lugar LAURA ZYANAYA

ENSAYO
1er Lugar ANDRÉS SIMÓN MORENO ARRECHE

RELATO
1er Lugar HEBERTH IGNASIO TORREALBA
2do Lugar GLORIA ESPINOSA ALZATE
3er Lugar CLARO EUGENIO RODRÍGUEZ

Y EL AGRADECIMIENTO OFICIAL DE PARTE DE LA ADMINISTRACIÓN GENERAL A
ELOY GUZMÁN IGLESIAS
JEABELLY
Ma ADIELA LONDOÑO DE COPETE
POR SU INVALORABLE PARTICIPACIÓN EN EL CONCURSO.

CONFORMARON EL JURADO LOS DISTINGUIDOS ESCRITORES Y POETAS
TERESA DEL VALLE DRUBE
WALTER BARRANTES
Y
LÍLIAN VIACAVA, QUIEN EN NOMBRE DE LA REVISTA AGRADECE EL VALIOSO Y DÍFICIL TRABAJO EFECTUADO CON ESMERO DEDICACIÓN Y GUSTO POR LA COOPERACIÓN BRINDADA.
LÍLIAN VIACAVA
ADMINISTRACIÓN GENERAL
Y he aquí el texto que ha resultado premiado, que lleva por título "Oración navideña":
En las calles se eleva el canto unánime: ¡Es Navidad, ha nacido la esperanza, es forzoso propagar el sentimiento de amor y hermandad entre los humanos!
Y yo me pregunto: ¿qué me deja la Navidad?
Podrán colgar en los árboles farolillos de niebla y bolas de destellos, que yo veré la Navidad en los botones de la primavera, en las hojas manchadas del polvo estival, en el barro engendrado por la lluvia de otoño.
Los comercios se llenarán de parpadeo de luces y vistosos belenes, pero yo reconoceré la Navidad en las manos manchadas de yeso, en la masa del panadero y en la frente que suda repasando gruesos libros… Los pájaros de abril acudirán a mi ventana a cantarme el sentimiento navideño.
El buzón se llenará de felicitaciones y sobres coloridos, pero la Navidad estará en el corazón de quien me recuerda sin esperar que yo responda, en la sonrisa de quien antes conoció la tristeza y en la oración de quien confía en superar su dolor. ¿Qué más da? La Navidad resplandece cuando el filo de la segur del campesino roza el tallo de la espiga granada o cuando la sangre de las heridas sigue el camino de las lágrimas… Permíteme, Dios mío, ampliar mi calendario navideño a cualquier época del año.
El cuerno de la abundancia reventará en Navidad, saciando estómagos que no sienten hambre. Empero, que la Navidad llegue a la casa donde no alumbra el fuego y al techo que no está resguardado de la lluvia… ¿No es cierto, Señor, que es necesario comer y beber todos los días de la vida que nos has preparado bajo el sol? Pues que la Navidad no se haga esperar en esos rincones donde no alumbra la sonrisa de la juventud.
Ayúdame, Señor, a hacer de la Navidad la sombra de tu presencia, en cualquier lugar, en cualquier tiempo, en cualquier corazón que te conozca y aun en aquel que te repudie.
Es necesario sentirte nacer cada día, como lo es sentirte crecer y ver cómo de tu semilla nace un árbol inmenso, en cuyas ramas anidan las aves del cielo.
Resumiendo, haz de mi vida una Navidad perpetua.
Tu hijo que te ama.
Y yo me pregunto: ¿qué me deja la Navidad?
Podrán colgar en los árboles farolillos de niebla y bolas de destellos, que yo veré la Navidad en los botones de la primavera, en las hojas manchadas del polvo estival, en el barro engendrado por la lluvia de otoño.
Los comercios se llenarán de parpadeo de luces y vistosos belenes, pero yo reconoceré la Navidad en las manos manchadas de yeso, en la masa del panadero y en la frente que suda repasando gruesos libros… Los pájaros de abril acudirán a mi ventana a cantarme el sentimiento navideño.
El buzón se llenará de felicitaciones y sobres coloridos, pero la Navidad estará en el corazón de quien me recuerda sin esperar que yo responda, en la sonrisa de quien antes conoció la tristeza y en la oración de quien confía en superar su dolor. ¿Qué más da? La Navidad resplandece cuando el filo de la segur del campesino roza el tallo de la espiga granada o cuando la sangre de las heridas sigue el camino de las lágrimas… Permíteme, Dios mío, ampliar mi calendario navideño a cualquier época del año.
El cuerno de la abundancia reventará en Navidad, saciando estómagos que no sienten hambre. Empero, que la Navidad llegue a la casa donde no alumbra el fuego y al techo que no está resguardado de la lluvia… ¿No es cierto, Señor, que es necesario comer y beber todos los días de la vida que nos has preparado bajo el sol? Pues que la Navidad no se haga esperar en esos rincones donde no alumbra la sonrisa de la juventud.
Ayúdame, Señor, a hacer de la Navidad la sombra de tu presencia, en cualquier lugar, en cualquier tiempo, en cualquier corazón que te conozca y aun en aquel que te repudie.
Es necesario sentirte nacer cada día, como lo es sentirte crecer y ver cómo de tu semilla nace un árbol inmenso, en cuyas ramas anidan las aves del cielo.
Resumiendo, haz de mi vida una Navidad perpetua.
Tu hijo que te ama.
Quede constancia de mi profunda gratitud a quienes me han animado a seguir adelante en este mundo de la literatura.
Julián Esteban Maestre Zapata (el jardinero de las nubes).
6 comentarios:
Mi más sincera enhorabuena por ese premio merecido a tan espléndido quehacer literario tanto de calidad y calidez prosística, como de talla humana.
Un abrazo, Julián.
Gracias de corazón, Marisa. Lo mismo digo de ti en mayor magnitud.
Felicidades por este bello poema en prosa. Antonio Morena
Maravillosas palabras para recordarnos que debemos festejar la Navidad cada día en nuestros corazones.
No me resultó fuera de fecha leerlo hoy, Navidad está vigente cuando podemos sentir a Jesús en nuestra vida, para servir a nuestros semejantes, gozando de este privilegio.
¡Muy buen premio al verdadero espíritu navideño!
Cariños
María Susana
Apenas he llegado a tu espacio, gracias a que lo compartes en la revista de marcela. Te felicito por tan bello trabajo. Tienes gusto por la buena presentación de tu arte y como escritor te percibo grande. Mi reconocimiento y feliciatación.
Jeabelly
¡Enhorabuena por tu premio, Julián! Has conseguido descodificar el mensaje de la Navidad, cuando a todos nos resulta tan fácil contagiarnos de ese entusiasmo estúpido y mercantilista y olvidamos la compasión el resto del año.
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